Pleitos en el Colegio (memorias)


 Antes de narrar algunas historias, valdría la pena mencionar que tenemos algunas diferencias entre el cerebro femenino y el masculino, las chicas por naturaleza somos competitivas y eso nos hace pelearnos con otras mujeres desde que estamos en el kínder. ¿Niéguenmelo? Por lo que peleas con otras chicas es "inevitable".

Bien, pongamos el botón de << y viajemos a los años 80's (éstas historias estarán más entretenidas que Dark)
No recuerdo haber tenido algún pleito allá en la escuela de párvulos (que aún existe, no en la misma casa pero si en la misma cuadra). Pero sí recuerdo una vez que me castigaron parada bajo la campana. Pero el motivo, aunque si debo decir que había un columpio en especial que era mi favorito y al tocar la campana talan talan talan del recreo salía corriendo al patio trasero para apartar mi columpio, si miraba a alguien allí de seguro le gritaba o la jalaba para que se quitara. (Ya saben que tengo un carácter fuerte) ajajaj pero no recuerdo haber tenido ese comportamiento, quizás!!
Más tarde fui una "ishta escuelera" a toda honra.
Estudié en la escuela primaria (ya desaparecida, solo el edificio si sigue allí, pero ahora hay unos institutos). Mi escuela primaria fue la mejor época de mi vida, valdría la pena una narración de todo lo que viví allí y lo recuerdo con tanta nostalgia que voy a llorar... Wua!! Wua!! Sin duda si viviera de nuevo ésta vida, volvería a estudiar allí. Pero nos vamos a centrar en las peleas..
Mi hermana menor aún me sigue diciendo que yo siempre andaba con mis "guardaespaldas" (yo le llevaba dos años mas de edad y estudiamos en la misma escuela), entonces por ser la mayor siempre estaba al pendiente y la defendía a capa y espada.
Mis "guardaespaldas" como ella decía eran mis mejores amigas pues siempre anduvimos juntas hasta 6to. Grado. (las cuales aún sigo queriendo y recordando un montón, aunque ya ni nos vimos nunca). Bianca, que era delgada y alta que se enojaba muy rápido, Meli que era corpulenta y como vivía con su hermano mayor, no le tenía miedo a nadie y cualquier clavo se iba con todo, y Vicky con tantos hermanos sabía bien cómo defenderse. Yo era como un gatito, chaparrita y tierna, pero a la primera provocación júas! me convertía como en un león salvaje. Ellas se merecen su propia narración, jamás tuvimos ningún problema. (Que yo me acuerde, pero quizás ellas si se recuerdan)
Lo que si me pasó una vez era que "se habían robado mi pelota de basket bol". Fue uno de mis tesoros más preciados, dice mi mamá que hasta dormía con ella, la llevaba todos los días a la escuela para jugar basket en el recreo, me encantaba eso. En el mismo edificio habían dos escuelas dos edificios de aulas y se compartía el patio y la cancha. Aunque teníamos recreos a diferente hora para no "mezclarnos con la plebe"...ajaja porque las niñas de esa escuela eran como más "corrientías".. bueno, así decíamos nosotras. Las de nuestra escuela éramos sencillas pero de familias educadas. ¿Verdad?
Entonces se me hizo raro que al final del recreo mi pelota no estuviera. Se me subió el apellido y toda brava puse queja a mi maestra y de una vez acusé a las de la "otra escuela". Mi maestra pidió permiso a la directora de la otra escuela para buscar mi pelota aula por aula. Ajá! Cual sería mi sorpresa que una ishta la tenía como escondiéndola. "Mi gorda"...le dije a mi pelota y corrí para agarrarla. ¡Es mía! Todavía me dice la ishta y me la arrebata de las manos. Le dije: ¡entonces por qué la pelota tiene mi nombre! (Inteligentemente le había puesto mi nombre con marcador permanente negro la pelota era anaranjada y resaltaba bien, además Armonía solo había una en todo el edificio, siempre he sido la única pues de mi apellido no hay muchos en Guatemala. Dejemos en pausa la primaria y continuemos con los básicos, una época algo complicada de mi vida.
No entraré en detalle pues cada etapa de mi vida merece su propia narración, vámonos de nuevo al pleito, allí tuve dos que recuerdo muy bien. Allí si ya fue colegio, el desaparecido colegio de básicos. Mis compañeros eran más hombres que mujeres. Pero en primero había una patoja que se llamaba como yo, y no se que le dio un día de rayarme el suéter con lapicero azul (el suéter del uniforme era color beige) pues ese día se sentó a tras de mi. Cuando me di cuenta salió mi "demonio interior", pues sabía muy bien el esfuerzo que hicieron mis papás por comprarme el uniforme y rápido le alegué, pero como ella subiendo los hombros con cara de tonta me dio a entender que no le importaba.
Pedí permiso para ir al baño y me fui a hablar directo con la directora, a la "Señora" todos le tenían miedo porque era una señora muy brava (vieja le decíamos) y le dije lo sucedido sin pelos en la lengua como habló yo (pues jamás he tenido miedo a la autoridad).
Al otro día estábamos en la dirección las dos wiras con nuestras mamás. La solución: que ella me diera su suéter y yo le diera el manchado, total éramos de la misma talla y ambos estaban nuevos.
Y así terminó el asunto...luego en tercero (ya dejé de ser la chaparrita) mi mejor amiga Lidia, morenita, chaparrita y berrinchuda porque era la consentida de su mamá por ser hija única, pero habíamos sido amigas desde segundo y nos llevábamos bien, hasta el "día de la excursión" (tengo fotos por cierto, revisa mi muro)
Íbamos a ir a Amatitlán, a un lugar que se llamaba "El Morlón", pero las burras antes de ir, hacen el siguiente pacto: " vamos a estar juntas y ningún chico nos va a separar"...casi que pacto de sangre, pero bastó con darnos la mano con saliva. La excursión todo bien, a orilla del lago, piscinas y bueno, las dos juntas como dijimos, pero adivinen ¿quién rompió el pacto?... "Yo merengues" … Fermín, un chico de bachillerato con quien hubiera tenido una historia romántica pero previamente le había dicho que "no" cuando me preguntó "si quería ser su novia"... se me acercó para platicar. No me pregunten por qué le dije que "no", si me ¡gustaba el condenado! No era muy agraciado, delgado, blanquito pero tenía muchas espinillas en la cara, pero tenía un tono de voz muy tierno y esa boquita que se la hubiera sangrado de tanto beso. Yayayyyyy!!
Entonces yo toda emocionada me fui a platicar con él. Pero solo fue un rato, la excursión estaba buena y quería compartir con mis amigas, pero la Lidia me volteó la cara, y me quitó el habla el resto del año, yo ya no sabía ni como pedir disculpas, pero ni modo, no iba a dejar ir esa oportunidad.
Ya en diversificado para terminar el capítulo de colegio, estudié mi secretariado en el colegio W, donde tengo tan gratos recuerdos. Fue una época muy bonita. 4to y 5to. pasaron muy rápido con tanta tarea había un ambiente de fraternidad y compañerismo, en aquella época el colegio era solo de chicas, años 90's, ahora ya es mixto. Todas de alguna manera nos llevábamos muy bien, hasta que llegó 6to. Como a medio año se formaron dos bandos: nosotras éramos las "Estatus", (en otra narración les diré por qué el nombrecito). Y estaban las "eleventinas" que de una u otra forma fuimos "compañeras y rivales".
Pero no recuerdo que hubiéramos tenido pleitos fuertes, quizás desacuerdos, chismes o el día que al parecer (no me consta), nos acusaron de estarnos " besuqueando en la calle" con los patojos del Instituto de la par. Si nos reuníamos con ellos a la hora del almuerzo, pues en 6to, nos quedábamos en el colegio hasta las 4pm y podíamos salir a la tienda al medio día, y ellos estaban allí porque estudiaban en la tarde. Pero besuquiarnos no. Fueron unos grandes amigos que conocimos por un "correo secreto" y esa será mi próxima historia.

NOTA: Para proteger la identidad de las personas los nombres propios fueron cambiados por unos ficticios.

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