Soledad
Y mientras la luna se asoma con todo su esplendor, Celia no deja de ver por la ventana y sentir su soledad desde su habitación en el psiquiátrico. Le dijeron que tenía una extraña condición. Ella solo quería bautizar todas y cada una de las estrellas en el cielo. Imaginaba historias de planetas lejanos de otros mundos donde ella pudiera ser libre y encontrar amigos nuevos. Desde hace varios meses que nadie la visitaba. Solo la señora de la limpieza quién se había convertido en su única confidente. A los médicos ya no les tenía tanta confianza. Un día, la señora de la.limpieza dejó abierta la puerta de su habitación, Celia aprovechó el momento y corrió escaleras arriba lo más rápido que pudo y justo allí, en la orilla del techo vio hacia el horizonte y sintió que podía volar, abriendo sus brazos se lanzó al vacío. Según ella sería libre, pero se quedó atrapada entre dos mundos y todavía deambula en aquel hospital, ya no se siente sola eso sí, encontró otros que también querían s