Mensajes de la Luna, textos de la Armonía

Durante ciertos episodios de mi vida lo quisiera ser. Aunque adoro vestirme de negro, ver programas de caza fantasmas y casas embrujadas y me encanta seguir escuchando a Evanescence, adoro ese estilo gótico y rebelde, fotos de castillos antiguos y todo el escenario fantasmagórico y de terror, de alguna manera me gusta. También me enamoré con toda la saga de películas de Crepúsculo y Edward Cullen fue mi Crush por una temporada. Pero no es literal, es simplemente una analogía. Claro, ante una ruptura amorosa o un cambio de rumbo también quisiera haber sido una chica vampiro, inclusive he escrito poemas tristes y de corazones sangrando y todo ese contexto. Desde que recuerdo, sin previo aviso aparece ese dolor tan fuerte que quisiera ahogarme en lo profundo del mar, de niña me daba bien gritar hasta que las manos de mi mamá me calmaban esa ansiedad de seguir llorando y gritando. En la adolescencia fue peor, cada mes después de la visita de Andrés, esos malestares tan tremendos y los dol

  Tengo una gran añoranza por mi infancia, fue una época realmente linda, no tendría problemas si la tuviera que vivir de nuevo (hasta los 12 años) luego fue un tanto agridulce. Toda la primaria la estudié en le mismo lugar, de primero a sexto.   Ya escribí un texto al respecto, hoy voy a concentrarme en MIS MEJORES AMIGAS DE LA INFANCIA, pues siento que fueron 4, 3 de la escuela y una muy especial quién fue vecina mía y tiene ya su propio texto titulado “La Casa de Enfrente”. Primero primaria fue un poco tortuosa pues adaptarme a una escuela tan grande fue un poco complicado, recuerdo a una chica que olvidé su nombre quién me acompañó los primeros recreos donde solo lloraba y lloraba, pero eso me hizo fuerte y a partir de segundo primaria me sentí como la reina de la escuela. Desde segundo hasta sexto, me sentí fuerte, popular y creída porque siempre porté la bandera como una de las mejores alumnas, aplicada y la favorita de la maestra, creo yo. Mis mejores amigas, cambiaré un

 YA NO SOY seguidora de las masas ni las viejas costumbres. YA NO SOY la jovencita ingenua ni obediente.  YA NO HAGO la sonrisa fingida ni me trago las palabras. YA NO HAGO caso de lo que no vibre con mi ser, mi luz y mi plan. YA NO CORRO por las prisas de la vida. SOY un álbum de recuerdos llena de fotos interesantes para ver. SOY una luz llena de magia, creatividad y curiosidad. HAGO lo que quiero siguiendo un sendero de energía positiva. HAGO caso de mi intuición y escucho mi alma para sentirme acompañada. VIBRO en armonía y encontrar claridad me acercaría a mi mundo de fantasía.  ©por Claudia Bermúdez