Cofre
Entre las sombras de mis recuerdos, escondí un cofre especial. El cofre que más he amado en mi vida. Lo llené de imágenes, suspiros, sentimientos, susurros, besos, risas y lágrimas y algunos de los pedazos de mi corazón que se rimpió. Los otros pedazos los tiré con rabia y desconcierto a los 4 elementos: al aire para que se esfumaran entre las tormentas y los huracanes. Al agua para que se ahogaran entre las lágrimas y se perdieran en el fondo del mar. A la tierra para que se enredaran con las raíces de los árboles y se volvieran más fuertes y al fuego para que se quemaran junto con mis ilusiones destrozadas y mis sueños engañados. Y los pedazos que me quedaron ya ni sentian lo punzante de la aguja al coserlos uno a uno junto con los calendarios de los años venideros. No tengo la llave de ese cofre, jamás lo podré abrir de nuevo porque la mandé a fundir junto con el anillo imaginario de un compromiso que inventé por sentirme amada e importante. Poco a poco los 4 elementos me han de