Mujer Jardín

 

La tormenta llena de rayos llenos de enojo, regaños y berrinches asusta siempre a todos en el jardín, nadie sabe cuándo será, por qué será y cómo, solo saben que es mejor guardar silencio y quedarse quietos, esconderse y abrazarse, aunque saben que siempre pasa y el sol vuelve a liderar.

El gran árbol sabio, que por sus años ya tiene cierta experiencia y conocimientos, no debería ponerse triste por creer que le falta mucho por aprender, con lo que sabe ya es capaz de liderar el jardín y trabajar con todos, para sentirse como siempre como un pez en el agua dando sus clases y consejos por doquier.

La mariposa muestra su entusiasmo al sentir que ya pasó la tormenta y junto a la indecisa libélula se juntan en el estanque para ver qué hay de nuevo, ambas son curiosas.

Invita a la ardilla para que las acompañe, pero como siempre está ansiosa no deja de hacer su metódico trabajo, siempre igual, no permite errores y se molesta si alguien la distrae, porque el día es corto y hay mucho por avanzar, pero una hormiga que es la más organizada del grupo, trata de ayudar a la ardilla a que las cosas las programe mejor y se relaje un poco, que juegue con la mariposa y la libélula, porque hay que aprovechar el buen tiempo y vivir el presente es una de las lecciones más importantes que el viejo árbol siempre les da.

El arcoíris no deja de ser creativa, reluciendo sus colores, chispeante y encendida dando un toque coqueto al paisaje, al parecer ya todos en el jardín han regresado a sus actividades habituales tras pasar la tormenta, el sol se asoma alegremente y solo quiere sonreír, porque se conoce bien y sabe ya lo que le gusta y lo que quiere y se siente bien cuando todo avanza armoniosamente en dicho jardín.

Hay una hierba que no deja de crecer donde no le corresponde, a veces es algo negativa y quiere opacar los colores de las flores, pero éstas no dejan de sonreír y de transmitir buena vibra, por momentos para seguir danzando cada vez que se asoman las hadas.

Pero cuidado con el duende enojón porque le cae mal el ruido, quizás sea porque se siente que no lo toman en cuenta para la fiesta en el jardín, o porque le cuesta disfrutar de tanto color.©Armonía


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